UGH.
La gente es tan UGH... no les gusta nada. Yo veía las desanimadas caras de todo el mundo. Nadie parecía interesado en nuestras ideas, y en realidad es duro pensar... en lo que toda la gente quiere, pensar de que manera podrían estar mejor, que les gustaría más y bueno, el sacrificio que viene con esto. Planear cada una de las pequeñas cosas que conforman el todo. Ellos ven ya todo armado, funcionando y sintonizado. Por detrás de todo eso, estamos nosotros; los que nos partimos revisando que todo marche bien.¿Y para qué? para que todos se queden con la misma idea de año tras año. ¿Y por qué habrían de creernos? Qué esta vez es diferente ¡Es verdad! ¡Trabajamos duro! Al menos yo sí lo hice. Carajo. Hasta hacen que me contagie de sus desánimos.